Donde surge el proyecto

DONDE SURGE EL PROYECTO.

El proyecto medio del que hablamos, surge en espacios sociales y económicos en los que el conjunto de necesidades no sólo es grande sino que se siente como tal, es decir, existe un cierto nivel de conciencia de ellas, al tiempo que se intuirá, al menos, que es posible solucionarías. Hay, pues, una base objetiva, carencias y colectividad necesitada y una dimensión subjetiva consciencia de la necesidad y de la posibilidad de solucionaría; junto a la disposición de enfrentar esa tarea. Esa colectividad, por algún mecanismo es frecuente que sea un factor externo o el análisis comparado con otro colectivo que ya ha vivido una situación similar despierta a la idea de que es posible satisfacer un cúmulo de necesidades que, ordinariamente y por la dinámica normal, no podrían ser cubiertas. También es verdad que, en la actualidad, muchos proyectos están naciendo y reproduciéndose en el seno de las ONGs que bien como agentes intermedios o como instancias de acción directa, han elaborado y ejecutado proyectos, anteriormente, durante los últimos años y continúan con esa vía de financiación externa; plantean tanto proyectos nuevos como ampliaciones, complementos, mejoras o cambios de lo que vienen realizando, con lo cual se obviaría alguna de las etapas del desarrollo de un proyecto.

¿QUÉ HABIA ANTES?

Antes del nacimiento del proyecto, objetivamente, existen en bruto todas las necesidades y problemas que, posteriormente han de ser la base para el proyecto. Si bien el mero hecho de que surja la idea del proyecto presupone una cierta capacidad organizativa, y en ese sentido el proyecto es primeramente intención y, seguidamente, tras una cierta idea de posibilidad, el proyecto se convierte en finalidad; en cuanto tal, el proyecto moviliza a la colectividad y la aglutina en torno a la idea y su posible realización; ése es el inicio del cambio.

¿CÓMO Y CUÁNDO SURGE?

Es claro que no surge por generación espontánea, ni de la noche a la mañana. Es fruto de un proceso en el que, por lo general, existe la influencia directa o indirecta de un factor externo (en forma de ideas, personas u otro referente...) que activa y estimula la "posibilidad de hacer algo" para solucionar los problemas. El cuándo viene marcado por el tiempo que tarda en penetrar la idea en el conjunto de personas o responsables que tienen autoridad o peso moral para hacer la propuesta a la comunidad afectada. La importancia de ese tiempo de difusión de la idea y la metodología que se use en la explicación de lo que se pretende repercutirá en el proceso posterior; cuidando el procedimiento e induciendo un movimiento de toma de conciencia y racionalidad, suele lograrse un efecto positivo que asegurará la continuidad del mismo. De cualquier forma el cuándo y cómo, podemos decir que es fruto de la toma de conciencia de la posibilidad y de la decisión conjunta de hacer algo colectivamente que resulte beneficioso para la solución de las necesidades.

Los agentes que proyectan. Los agentes son múltiples dependiendo de las etapas y las tareas con sus distintos compromisos y responsabilidades-; en alguna ocasión funciona el "todos a una", aunque es mayor el deseo que la realidad y siguen necesitándose animadores y promotores que induzcan y conduzcan la acción, en este caso ONGs; a estos podíamos catalogarlos de catalizadores más que de agentes. Los protagonistas de la fase de identificación son los beneficiarios en general, las instituciones responsables del proyecto y las organizaciones que lo financian y apoyan. Es recomendable que estos protagonistas tengan un conocimiento mutuo de algunos aspectos:

 - Respecto a los beneficiarios y sus organizaciones representativas:

• Sus objetivos.

• Su organización habitual.

• Sus procedimientos de participación.

 - Respecto a las organizaciones responsables de financiar y apoyar el proyecto:

• Su filosofía y procedimientos de intervención.

• Sus objetivos operativos y criterios bajo los que se organizan.

• Sus métodos de control de los recursos.

• Sus actuaciones en otros ámbitos. Cualquier intervención no sólo afecta a los beneficiarios directos, sino que también hay que considerar aquellos otros beneficiarios indirectos, e incluso a los excluidos y/o perjudicados, siendo poco aconsejable ignorar a estos últimos pues si no son tenidos en cuenta en el momento adecuado, resultará más difícil neutralizar las consecuencias, incluso podrán surgir disfunciones en el transcurso de la acción. Es interesante destacar la "diagnosis participativa" como método utilizado por algunas ONG y colectivos, por el que se asegura la incorporación de muchas personas y grupos en la identificación y diseño de lo que será su proyecto; entre otros aciertos de este método está el de acercar los procedimientos de análisis propios de las Ciencias Sociales, a los niveles prácticos de las intervenciones directas.

 

Fdo. Antonio J. Arias

Community Manager

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