Factores clave en el desarrollo de una comunidad

FACTORES CLAVE EN EL DESARROLLO DE UNA COMUNIDAD.
 
SOPORTE A LA COMUNIDAD.
 
Esta estrategia supone obtener beneficio de la comunidad a partir del ofrecimiento a ésta de un entorno virtual de comunicación. Su creación debería verse acompañada de los siguientes pasos:
 
- Deberíamos tener presente que toda la comunidad, sea ésta virtual o no, nace de la existencia de un interés común por algún tema concreto que esté relacionado con la vida laboral, personal, religiosa, sentimental, con algún pasatiempo, actividad de ocio. Este interés común suele estar sustentado más en condicionantes afectivos que en compromisos de tipo económico. Esto es relevante, puesto que la existencia de lazos afectivos genera una mayor estabilidad en las relaciones en situaciones económicas difíciles.
 
- Para que la comunidad funcione debe existir un interés o predisposición por parte de estos individuos a establecer contactos o relaciones con otras personas que comparten las mismas aficiones, dolencias, intereses, gustos, actividad laboral, creencias religiosas, etc.
 
- La comunidad podrá ser creada si hay un interés común y un deseo de compartirlo. Sin embargo, hay que tener presente que estos solo son los pilares básicos que deberías sustentar la comunidad, pero que por si mismos no motivan la aparición de la comunidad virtual.
 
CONVERTIRSE EN EL MIEMBRO DE LA COMUNIDAD
 
A la hora de llevar a cabo una estrategia de desarrollo de comunidades es importante posicionarte como un miembro más del grupo. Esto es mucho más complicado que lo anterior, ya que es una estrategia basada en la creación y explotación de una estructura de comunicación virtual, pero también puede llegar a ser más potente. Un ejemplo de este tipo de experiencias lo tenemos en las comunidades de software libre.
 
Una vez que la empresa consigue que el resto de miembros perciban su confiabilidad se producirá un aumento del compromiso, especialmente en aquél de naturaleza afectiva. No obstante, resulta fácil perder esa confiabilidad.
 
ANALIZAR LAS NECESIDADES DE SUS MIEMBROS.
 
La comunidad debería crearse y gestionarse de acuerdo con las necesidades de sus miembros, y no con las de la empresa que lo promueve, ni las de sus anunciantes o cualquier otro colectivo ajeno a la comunidad.
 
FOMENTAR LA AUTOGESTION.
 
Si la autogestión resulta técnicamente posible, debería favorecerse que parte de los contenidos de la comunidad fueran generados y publicados directamente por los miembros de la misma, ya que de esta forma se lograría un mayor compromiso en los individuos con la comunidad.
 
MINIMIZAR EL CONTROL.
 
En línea con la cuestión anterior, la comunidad debería poder crecer libremente y no resulta recomendable establecer mecanismos de control sobre la forma a través de la cual deben relacionarse los individuos de la comunidad o los temas que estos deben tratar en sus conversaciones. No obstante, si deberían establecerse unas reglas mínimas de funcionamiento de la comunidad.
 
UTILIZAR LA ESTRUCTURA TECNOLOGICA MÁS ADECUADA.
 
Deben ser sistemas tecnológicos flexibles, sencillos de gestionar y visualmente atractivos.
 
ESPECIALIZAR PAPELES.
En diversas investigaciones sociológicas ha podido contrastarse como dentro de toda comunidad es frecuente que los individuos asuman diferentes papeles que contribuyen a dotarlas de una mayor dinamismo. Tomando como referencia estos hallazgos, algunos autores han sugerido la conveniencia de que en el seno de las comunidades virtuales también tengan lugar esta asignación de papeles a desempeñar.
 
FORTALECER EL SENTIMIENTO DE COMUNIDAD.
 
Como es lógico los lazos que unen a lo miembros que forman las distintas comunidades tienen distinta intensidad en unos casos que en otros. Indudablemente la intensidad de estos lazos dependerá del valor que los individuos asignen a la pertenencia a dicha comunidad. Si estos lazos no son suficientemente intensos la comunidad podría llegar a desaparecer. Para evitar este problema los gestores de la comunidad podrían emprender diversas actuaciones, como organizar encuentros físicos entre sus miembros, asociar la comunidad virtual a causas justas cobrando con miembros de la comunidad, crear redes internacionales de la comunidad.
 
MEDIR EL ÉXITO LOGRADO POR LA COMUNIDAD.
 
Una comunidad tendrá éxito cuando cumpla con su propósito, es decir, cuando sus miembros se encuentren implicados con la misma. El problema surge a la hora de valorar el grado en el que el propósito de la comunidad se está cumpliendo. Podemos valorarlos de dos formas. Con el empleo de indicadores más abstractos como pueda ser valorar el grado de compromiso de los individuos o su confianza hacia la comunidad. La segunda propuesta plantea el empleo de indicadores más tangibles como pueda ser el nivel de participación en los debates, el número de comentarios a un determinado producto, la calidad de las intervenciones, etc. No obstante, una medición con mayores garantías quizás requiera el empleo de una mezcla de indicadores de ambos tipos.
 
Fdo. Antonio J. Arias
Community Manager
antonio@comovendermasymejor.es